miércoles, 16 de noviembre de 2011

अलला अर्रिबा एका abajo

Allá arriba, acá abajo

Si vieras las notas musicales en las estrellas

Costales de materia en el retrete

El universo se muele y se contiene

Estertores de pensamientos diluidos

Extintores para los gritos difundidos

Y allá arriba la paz sonríe y llora

Y acá abajo jugar en el rio a nadie le importa

Son retratos cibernéticos que se mueven

Cubos aislados de lo que un día fuesen

Que hacen muecas raras mientras se entretienen

Con las difusas formas de quienes los mantienen

En la repisa del mundo haciendo de la vida un mequetrefe

Y allá arriba la paz sonríe y llora

Y acá abajo jugar en el parque a nadie le importa

Hay una serpiente colocada estratégicamente

En el nicho más oculto de mi mente

Ahí nacen los fetos que frotan la daga y se arrepienten

Cual cínico que desnuda sus llagas sabiendo que miente

Como nadie sabe que esto es real o a nadie le concierne

Mientras en la atmosfera el sol caliente se cierne

Jugueteando con la piel de los que mugen en sus pieles

Y una pieza de rock and roll me entretiene

Entre astillas de dolor están rotos varios dientes

No hay suficientes proezas para tantos delincuentes

Mientras allá arriba la paz ríe y llora

Y acá abajo jugar en la nieve a nadie le importa

Es difícil olvidar sin saber qué estas recordando

Es difícil descansar sin entender por qué estas sudando

Es difícil dejar de llorar sin saber por qué tu corazón esta gritando

Y en las alas de la derrota varios músculos contracturados

Y en la sal del mar un dulzor de sueños privados

Lágrimas que dejaron caer los que no quisieron tener sujetas las manos

Allá arriba el sol calcina, acá abajo bailan inmunes los esclavos

Y de tanto mirar las estrellas han decidido que es mejor tenerlos conectados

Servimos más a sus ideales si permanecemos atados

Creyendo que a través de un gran océano navegamos

Sustituyendo las miradas de la gente por virtuales cuadros

A ver si un beso deja de saberte a gloria y a miel después de horas con el teclado

A ver si después no me reconoces cuando te diga qué hay de nuevo hermano

Allá arriba la paz sonríe y llora

Acá abajo ya a nadie le importa

A ver salgamos que es tiempo de mandarinas

Y estaría bueno echarnos al manto de la vida

Pa mirar las nubes y practicar la pareidolia

Que bien se puede buscar a Jesús hasta en el ano de un perro

Ó dejarnos de tonterías y construir algo que si sea nuestro

Ese mundo que tanto queremos…

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