miércoles, 18 de febrero de 2009

Jonathan Calva















El amor y otras derivaciones
El amor en letras mágicas


Ensayo que interpreta una realidad
Afectiva desde la óptica de la juventud.







Colegio experimental Bernardo Valdivieso
Loja-Ecuador
2008
Introducción:

Muchas veces en la soledad intenté descifrar, qué es aquella fuerza que mantiene a la gente de pie, luchando día tras día por superar obstáculos, derrumbar barreras y llegar mas lejos, muchas veces me equivoqué, incluso llegué a pensar que ese motor era el factor económico, ¡qué absurdo! ahora empiezo a darme cuenta que eso que nos produce sonrisas, también lagrimas, que nos da dicha y muchas veces nos sumerge en la nostalgia, es una búsquela, un camino extenso, para llegar a sentir el calor, el cariño, la pasión inefable, el amor.

Cuántas veces lo hemos sentido, o hemos creído sentirlo, tal vez necesitamos creer en él o pensamos que solo es una creación falsa de las personas. Pero existe ésta y siempre estará. Lo interesante es no confundirlo porque ese es un error común: lo mezclamos, lo relacionamos con muchas cosas, algunas totalmente distantes de la realidad del amor, quizá se lo pueda ver como una solución; si, la solución a todos los problemas existentes, si solo le abriésemos la puerta sin miedo, si dejáramos que se exprese que nos llegue y jamás dejarlo escapar.

Hay muchos que hablan del amor sin haberlo conocido, sin haberlo vivido; lo exponen como una teoría, como una reacción química, e incluso se lo ha llegado a trocar en un arma de sometimiento. Lo cierto es que el amor puro es aquel que sobrevive ante todo, como una flor que crece en un pantano, y trasciende a toda época, perdura y resiste a pesar de los años, como dice el coro de una canción de la artista contemporánea, colombiana Shakira, canción creada para la película “El amor en los tiempos del cólera” -apoyada en la obra homónima de Gabriel García Márquez-, y que no me canso de escuchar. Hay amores que resisten a los daños, como los vinos que mejoran con los años, una frase que dice y define mucho, el amor de verdad es indestructible, hiere a veces pero es su propia cura, sana y da vida, une a las personas, y como dice Arjona con sus hilos une en su nombre, lo que las ideologías divide a los hombres.

Exacto: el amor es aquel que tiene la capacidad de crear las más hermosas canciones, la musa de todos los tiempos, y Gabriel García Márquez, lo sabe, y lo ha entendido mejor que muchos de los autores que he leído y conozco, es que el se ha dado cuenta que no es el hecho de entenderlo, sino de vivirlo, de sentirlo, es eso lo que ha derivado en tantas obras hermosas de nuestros tiempos, con una concepción del amor tan amplia y pura que lo han hecho merecedor de innumerables premios, sin duda el más grande es el reconocimiento, acogida y cariño, de sus miles y miles de seguidores.

Quien haya leído El coronel no tiene quien le escriba, Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera, Memoria de mis putas tristes, y tantos otros títulos de obras novelas de Gabriel García Márquez, seguramente se pudo transportar a esos mundos mágicos y a la vez realistas que él recrea con sus trazos tal vez como a mí me ocurre quisieran poder leerlos a la vez con aquellas personas que aman, como cuando leía El amor en los tiempos del cólera y quería que ella estuviera junto a mi navegando en el nueva fidelidad, acompañando a Fermina y Florentino en su viaje de amor eterno, tal vez se preguntaron si será posible un amor así tan grande, tan puro, tan fuerte, y la respuesta es que sí, el amor vence todo, al orgullo, la nostalgia, el materialismo; es lo más bello. García Márquez lo deja ver en cada una de sus obras y en todas denuncia a quienes osan pisotearlo, utilizarlo o pasar por encima de él y aprovecharse, y siempre eleva lo importante que es el respeto a este noble sentimiento, y deja claro que no se lo debe confundir con el simple deseo físico, porque el amor va mucho más allá ya lo expone así en Memoria de mis putas tristes, el amor llega cuando tiene que llegar, no importa la edad y es para siempre, es el respeto supremo hacia ese ser que despierta en uno el deseo de protección y de felicidad.

En este punto ya se darán cuenta de las personas que me han inspirado para llevar a cabo este ensayo, gente que sin conocerla ha influido mucho en mi, me ha puesto a pensar en muchas cosas que antes se me escurrían sin darles mucha importancia, esas simples y pequeñas cosas, como las dibuja la sociedad y que en verdad son enormes manifestaciones que flotan entre nosotros, inermes y a la vez tan fuertes.







Definición:

Definir al amor, bueno tratar de definir a un sentimiento como este tan complicado y a la vez tan sencillo, que existe porque existen los seres, que está por el hecho, de que de no estar todo sería tan frío, y ya que éste es el precursor de tantas emociones, esa cuna que empieza y termina todo, ese viejo obstinado, eterno en el tiempo, capaz de bien dar tanta felicidad en el mundo, como a la vez generar tantos conflictos, decir, por ejemplo, recordando aquel suceso histórico en el que un príncipe defendió su amor por encima de incluso una nación, aquel París que amó tanto a la bella Helena, pero yo creo que si existe un motivo suficiente para declarar una guerra sería el amor, mucho más sensato que asesinar por tierras, o por un credo ideológico, político, o por el color de piel.

Alguna vez escuché a alguien decir que el amor es la mano de Dios extendida sobre todo lo creado, me pareció una expresión tan bella, a decir verdad estuve muy de acuerdo, solo un ser supremo podría regalarnos algo tan bello, tan perfecto. Pero a la vez entendí que el amor es algo muy de acá, del suelo en el que caminamos, de la gente, de todos los seres, algo tan del mundo, pero no mundano, algo que existe tan puro y que no deja ni permitirá ser ensuciado.

Hay tantas frases, tantas definiciones, tantas inspiraciones, hurgando por ahí, como es muy común en mí, que no se consuela solo con ser un espectador, un testigo sin testificar, y que gusta de compartir lo que veo y me gusta con el profundo deseo de generar sonrisas.

A continuación quiero mostrar algunas definiciones que pude encontrar y me llamaron más la atención de las tantas que hay:

-Amor es el primer sentimiento que hay antes de que todas las cosas malas aparezcan.
-Amor es cuando alguien te hace daño, te enojas mucho, pero no le gritas porque sabes que eso herirá sus sentimientos.
-Amor es lo que te hace sonreír cuando estás cansado.
-Cuando le dices a alguien algo malo acerca de ti mismo y tienes miedo de que no te quieran mas; pero te sorprendes de que no solo aun te aman, sino que te aman aun mas.

-Amor es cuando ‘mami’ le da a ‘papi’ el pedazo de pollo más grande.
-Amor es cuando tu perrito te lame la cara aun cuando lo has dejado todo el día solo.

Estas definiciones fueron -quizá- las que me gustaron por el hecho de su ternura, de su seguro nacimiento en el vientre de la dulzura y la inocencia, me gustaron por el hecho de que son más naturales, quizá más expresivas sin aferrarse a teorías, que puede llegar a ser absurdo intentar amarrar al amor a la razón.

Y asimismo el ser humano siempre busca explicarse todo aquello que lo emociona en un intento de no sé qué, tal vez de sentirse más capaz de controlar las cosas.

La psicología lo define de muy variados modos. Puede equivaler a sentimiento, afección, estado de ánimo, comprendiendo los diversos elementos de la afectividad, se lo ubica casi siempre como un mero estado de emoción, relativamente efímero, en sentido amplio, se lo entiende como un proceso.

La filosofía lo define como emoción en un sentido muy similar a sentimiento. En ocasiones se distingue entre “sentimiento” y “emoción”, considerándose la emoción como una especie de sentimiento, separando ambas por el hecho de que los sentimientos son también corporales, uno siente calor, frío, dolor, sin embargo las emociones no siempre serán definidas como procesos anatómicos, así: sentir alegría, melancolía, etc. serán consideradas como emociones.

Edith Stein, explicando los fenómenos ejemplifica que “el sentimiento requiere, según su esencia, una expresión. Entre el sentimiento y la expresión existe una dependencia de esencia y de sentido, no de causa”. Este sentimiento y esa expresión están inexorablemente unidos. Si bien uno es la manifestación del otro, el uno sin el otro es como que pierde mucho su sentido.

Si me nace un sentimiento ya sin querer lo expreso, y si expreso algo, es porque estoy sintiendo algo. Por ejemplo, si algo me causa sufrimiento, es común que se frunza el seño y que escapen lágrimas aun si queremos retenernos, así somos totalmente conscientes de nosotros.

El amor, lo tenemos como en un primer nivel, como algo inmediato, como un “apetito primario” o “concupiscible” como lo llamaban los medievales. También el deseo y el placer o gozo, aversión y dolor, o tristeza.En un segundo nivel, como “apetito mediato”, como consecuencia del bien o evitación del mal tenemos la esperanza y la desesperación, el temor, audacia y la ira. Muchos afectos aunque están encuadrados en una clasificación, no por eso quedan excluidos de otros, pues se prolongan en estratos más profundos y se integran a la vez con otros.

Erich Fromm nos dice que, ningún observador objetivo de nuestra vida occidental puede dudar de que el amor -fraterno, materno y erótico- sea un fenómeno relativamente raro, y que en su lugar hay cierto número de formas de pseudoamor, que son, en realidad, otras tantas formas de la desintegración del amor. En medio de un mundo capitalista-consumidor el amor es o se ha convertido en la cura para esa asfixiante soledad que muchos sentimos.

En su origen etimológico para algunos deriva de vocablos griegos. Una de las traducciones significa semejante, pues los que se aman son semejantes; otra es desear vivamente: amor implica un querer intenso y ardiente; otra significa ligar, conectar; pues lo propio del amor es juntar a los amantes. “Amor abarca también el duende semántico del término caridad, que significó inicialmente entre los latinos lo que expresa el español carestía, situación en la que se carece de algo necesario”. Cruz C. piensa de esta forma: “No se debe confundir el amor con el deseo ni con el gozo o alegría”. El deseo va a surgir del mismo amor que nos va a llevar a gustarlo. El gozo se va a dar en el bien inteligible, el bien del espíritu; y también en la sensibilidad, en el cuerpo. Hay una tendencia al goce, un deseo común, al alma y al cuerpo. Continúa: “El amor espiritual añade al amor en general una elección previa; es claro así que el amor espiritual no se encuentra en los apetitos, sino sólo en la voluntad y únicamente en la naturaleza racional”. Aquí se hace la diferencia entre ese “amor primero” y cuando ya soy consciente de ese amor, aquí conozco y amo con libertad.


Por todo esto sería error considerar al amor como una especia de apetito sensible refinado, como si en lo espiritual hubiera instintos como en lo corporal. Aquí el apetito natural es de cada ser por su bien y el amor sería la forma fundamental y única.

Freud también se refiere y expresa: En la historia de la humanidad, el amor ha inspirado a innumerables poetas. Han escrito versos en su nombre, cuentos, historias, canciones. Ellas, si uno presta atención, relatan, de alguna manera, las peripecias por las que han de pasar los amantes al querer unirse a sus amadas. Por otro lado, están los poemas que claman por un amor perdido. Lo prototípico de estas historias es que el amor no esté presente al momento de relatarlas, o está al principio para luego perderse. O bien está al final, luego de superar quien sabe cuantos obstáculos. “vivieron felices y comieron perdices…”. Que el amor no esté presente como algo consumado en una historia de amor no es un dato sin importancia. Parecería que cuando el amor se realiza ya no hay nada que se pueda relatar. ¿Será que realmente no hay nada más dichoso para un amante que unirse a su objeto amado? ¿Será que la dicha es tal que ya no importa nada más?


Resulta paradójico que para que una historia de amor, sea eso, una historia de amor. Lo necesario es que haya una falta… falta cuyo final feliz consiste en completarla…


Ha habido tantos autores a lo largo de la historia que entregaron su vida a intentar descifrar este sentimiento, muchos se acercaron con la teoría, es el caso de Freud, murió diciendo que sabemos muy poco acerca del amor. Yo concuerdo y a la vez pienso que al amor no hay que entenderlo sino vivirlo.



Volviendo a mi y después de descubrir tantos análisis, tantas formas de ver y entender al amor, y teniendo en claro que es un fenómeno social, o al menos así se lo ha pintado, me queda ahora dar mi humilde y a la vez sincera interpretación, y me referiré con palabras que nacen en lo mas profundo de mi ser, sin dejar de repetir que para mi el amor es algo inefable.

Amor; es ser libre, aun sabiendo que si esa persona, no pisara tu mismo suelo aunque sea a kilómetros de distancia, se te apagaría la vida, el simple hecho de saber que respira tu mismo aire ya te hace feliz. Es una lágrima, una sonrisa. Una caricia, entregadas con el más puro respeto, es ver a los ojos sin mentir, es hablar menos y entregar más.

Escribo con humildad, pues no me considero un experto, dudo que alguien pueda considerarse experto al hablar de este tema, pero si escribo con seguridad, la seguridad única que puede dar el amor.

La vida me enseñó
Que un juego puede ser más
Creía ser el más fuerte
Al éxito inherente
Al dolor indiferente

Y la vida me enseño
Que todos tienen lágrimas
Incluso el que aparenta ser fuerte
Que de nada sirve retenerte
Cuando el dolor se siente
La vida me enseño
Que el corazón busca más que solo palabras
Que el sufrimiento puede ser inclemente
Que cuando llega en serio puede arderte
Y que un recuerdo puede acorazarse en tu mente

La vida me enseñó
Que las sonrisas deben ser sinceras
Que el amor te puede hacer inerme
Que siempre pierde el que miente
Me enseño ha querer fielmente

La vida me enseñó
Tantas, tantas cosas
Que hay historias que se pierden inútilmente
Pero a ti no puedo perderte
Habitarás por siempre
En mi alma y en mi mente.

Porque la vida me enseñó…
Que solo a ti mi amor le pertenece.

Me pareció prudente en este punto compartir esto que estoy sintiendo, y estos versos, porque el amor es algo que se vincula totalmente a la vida, y con el temor de caer en la redundancia me pareció que debía escribirlo, a la vez pido perdón tal vez sea un loco inconsciente, un irresponsable diciendo estas cosas, que al amor se lo puede poseer, o que pertenece, pero me absolverá quizá que mi único pecado al decir estas cosas es estar enamorado.








El amor y la amistad:

Amigo mío:
Tengo tanta necesidad de tu amistadTengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego.A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido, y descansar, más allá de mí mismo, en esa cita que será la nuestra.
Hallo la paz.Más allá de mis palabras torpes,más allá de los razonamientos que me pueden engañar,tú consideras en mí, simplemente al hombre,tú honras en mí al embajador de creencias,de costumbres, de amores particulares.
Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.Me interrogas como se interroga al viajero,Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido,me siento puro en ti y voy hacia ti.Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzaslas que te informaron acerca de lo que soy,sino que la aceptación de quien soy te ha hechonecesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?Si todavía combato, combatiré un poco por ti.Tengo necesidad de ti. Tengo necesidad de ayudarte a vivir.

Saint-Exupéry, nos regala este texto, que esta lleno de una gran belleza, una belleza pura y sincera, así como debe ser el amor, y donde se encuentra a este amor, a esta clase de sentimiento, que permite compartir, que nos deja dar sin esperar recibir nada a cambio, hacia donde se debe mirar, cual es la ruta, acaso ya esta trazada o debemos ser nosotros quienes la descubramos, quienes la construyamos.

Todos acezamos y sentimos algo así, aunque a veces en la búsqueda nos confundamos.

El amor de amistad se coloca decididamente fuera del ambiente familiar y se aparta del color y calor sexual. Según Santo Tomás, el amor de amistad es un amor perfecto. En este amor perfecto salgo totalmente fuera de mí terminando en mi amigo amado; yo amo a mi amigo por él mismo. Es un éxtasis de la intimidad (éxtasis no como algo sobrenatural, simplemente como ponerse fuera de sí); “la unión afectiva íntima entre el amante y el amado, que es el amor, supone la salida del amante de sí mismo y su persistencia afectiva en el amado, el éxtasis”. En ese éxtasis yo me encuentro a mí mismo en el otro. Es el acto más encumbrado del amor.
El amor como una emoción y un sentimiento arraigado en la sociedad se ha visto hasta cierto punto limitado, enclaustrado o amarrado a diferentes condicionamientos; por ejemplo el amor a la pareja, viene atado también al deseo sexual, a la naturaleza de los géneros, y a la necesidad de la reproducción, el amor hacia la familia esta sujeto a los infrangibles lazos de sangre. Pero cuando nace un amor que va mas allá uno deslindado totalmente de factores externos y que no va sujeto a nada ni espera conseguir nada, entonces este es un amor puro, y la amistad es el mas puro de los afectos, es un amor de verdad, cuando es sincera, simplemente nace y se expresa, vinculada solo a las emociones que crecen junto con la relación y el apego hacia otros seres. Es casi llegar a entender e involucrarse en un plano más espiritual con el resto del mundo, algo como un lenguaje en el que no se necesitan palabras, encontrar esta clase de amor es encontrarse uno mismo y así encontrar la felicidad.

El amor perfecto se da en la amistad donde deseo el bien de mi amigo por mi amigo mismo. La amistad es un hábito que tiene por objeto las acciones para con los demás bajo el signo de la gratuidad. Amo íntimamente a mi amigo simplemente porque es persona. Lo descubro más allá de lo que cuenta de sí mismo, desde su vocación, desde su esencia.

Toda amistad se funda en una comunicación de vida por eso tiene que haber una reciprocidad. Y ahí es donde voy buscando y encontrando mi plenitud.

Lo que conviene primero y más propiamente al amor es el amar y no el ser amado.

Y claro que se puede sentir esto por la pareja, o un hombre hacia una mujer y viceversa, he escuchado decir que una mujer y un hombre no pueden ser amigos si se gustan y eso es falso, para que exista amistad claro que tiene que ver agrado, puede ser físico, pero al crecer la amistad ira a un plano mas allá, el del alma, y al unir todo, será un amor espiritual.

Lo que pasa muchas veces es que el mundo y sus esquemas atascan a la gente, le obstruyen los ojos, y en medio de esa bruma no se permiten ver lo bello que hay en la vida y lo mucho que se puede aprender, querer a tus amigos, con solidaridad y respeto es un logro único, se debe ser muy hombre para darle un beso a un amigo.


Y después de todo, acaso se es loco por querer apartarse de una sociedad demente y una realidad desquiciada, yo creo que estaríamos mejor si nos enloqueciéramos un poco, y para mi el amor tiene mucho que ver con la locura.








El amor y la intimidad:

Escribió García Márquez en Memoria de mis putas tristes, que el sexo es el consuelo para los que no les alcanza el amor, habrá muchos que piensen así, pero no es que el amor no alcance, sino que mucha gente se frustra en el camino hacia éste, caen derrotadas tantas veces que empiezan a dudar si en verdad existe o llegara algún día.


Florentino Ariza de El amor en los tiempos del cólera, en su espera, que parecía eterna, encontró, un respiro a esa ansiedad que lo asfixiaba, en el amor físico, y ahí quedó demostrado que se puede amar sin involucrar la amistad, se pude saciar la sed, y encontrar consuelo en caricias furtivas, “el amor físico de la cintura para abajo y el amor del alma de la cintura para arriba”, pero bueno García Márquez siempre abarca estos temas con hilarante magia envolviéndonos en un mundo donde se puede flotar sin apartar los pies de la tierra.

En el amor y la intimidad existe una aquiescencia a veces casi tácita del uno hacia el otro donde se entiende, que ambos necesitan ese calor que no aquietaría su frio sino viniera del ser amado.


Esta intimidad no es un encuentro con luces apagadas sino una relación que une por dentro a las personas. “La intimidad, interioridad correspondida, se fragua en el curso de la vida personal -el hombre comienza a descubrir la intimidad en una etapa de su vida-, y podemos contribuir a fomentarla en el otro: es más, ella no se profundiza ni se amplía sin el contacto con el otro. Una intimidad es fuerte en la misma medida en que tiene capacidad de compartir y de relacionarse creativamente”. Por eso esta interioridad, esta intimidad no es distancia sino que se convierte en vínculo. No hay otro modo de apertura personal total que la realizada en la intimidad.


Entonces, lograr intimidad con y en otro ser, es, a la vez, intimar en uno mismo, es decir llegar a conocerme a través del otro, de lo sentidos los míos y los suyos, tocándonos, hablándonos, llenándonos de confianza a cada paso, y respetando su libertad y su espacio, esto es una perfecta armonía, de los cuerpos y las almas, y es que la intimidad no podrá darse en su totalidad hasta que aprendamos a conocer y respetar la nuestra propia, para compartirla.











El amor en la familia y en la sociedad:


Definitivamente, el amor está en todas partes inmiscuido en cada cosa, en cada etapa de la vida, y es así, porque así debe ser, este sentimiento debe ser la estructura primordial que dé vida a todas las formas de la sociedad, pero siempre debe buscarse un amor puro, un amor sólido; pero somos seres humanos y cometemos errores, uno muy común es apresurarnos en hacer las cosas, también esta confundir los sentimientos y las emociones.

A continuación me permito compartir algo muy mío con lo que espero poder expresar mucho de lo que he llegado a entender:

Mientras hablamos
Más fronteras
Más barreras
Se van levantando contra el amor
Más te alejas de mi corazón

Mientras más reclamos
A veces absurdos
E innecesarios
Agoniza desprotegida
Nuestra vida de felicidad
Que triste verdad

Mientras hablamos
Y no actuamos
Mientras más nos reprochamos
Se van separando nuestros caminos
Aunque estemos en el mismo sitio
Te siento distante
Y hay momentos en que siento
Que tampoco quiero acercarme.

Amor tomémonos de la mano
Para reparar el daño
Para levantar lo caído
Y recuperar lo perdido.

En vez de seguir discutiendo
y destruyendo el tiempo
Porque no nos damos un beso
Nos recuperamos
Porque no me das un abrazo
Nos perdonamos.

Porque de nada sirven las palabras
Cuando son cuchilladas
Que rasgan el alma
Dejemos de hablar
y comencemos a amar, como antes
Retomemos el camino
Donde lo dejamos
Donde nos separamos
Unamos nuestros labios.

Porque mientras más se aleje el amor
Más difícil será traerlo a nuestro interior
Para que no sufra el corazón.

Esto lo escribí hace algunos años, lo parí en uno de los momentos más difíciles de mi vida, la separación de mis padres, y lo comparto, porque cuando empecé a escribir este ensayo también decidí abrirme por completo, acompañar a cada párrafo algo -por completo mío- para así involucrarme más con la gente que lo lea y a la vez, por qué no algo para desahogarme y desahogarnos.

Claro que no pienso decirlo todo, solo espero llegar aunque sea un poco a todos con lo que escriba, y así abrir muchas puertas.


La familia empieza con la pareja, y la pareja debería unirse por un amor puro, sin embargo llena de tanta tristeza darse cuenta, que esta sociedad consumista, ha condicionado y ha impedido de tantas formas al amor, llena de rabia y pensar que podría existir un mundo feliz, si no fuera por ese gigante que pisotea los sueños danzantes, consumiendo la fe de los países sangrantes, matando de sed a los caminantes, acallando la voz de las almas protestantes, podría existir un mundo feliz, de gente emprendedora, pero existe esta creación consumidora, de sentimientos mutiladora, esa que tiene tantos nombres, ese monstruo mil caras que ha nacido de los hombres, esa ambición desmedida y despreocupada por los más elementales derechos humanos, esa sociedad capitalista moderna, que tanto mal ha hecho y que nos está destruyendo.

Y que hay del amor, que lo vamos olvidando, que lo vamos alejando de nuestro interior, que se consume junto con nuestros sueños, podemos estar siglos enteros intentando definirlo, investigarlo, discernirlo, hablando de él hasta el cansancio, pero en que momento vamos a abrirle por completo las puertas para sanar nuestras heridas.


Aristóteles mantiene que la obra del amor es la unidad, S. Agustín que el amor es la tendencia a la unidad. El amor se construye, es una unión que se fragua con el tiempo.


Entonces, qué pasa cuando se acelera, cuando se confunde, se experimenta una ansiedad, una necesidad de escapar, de encontrar una salida al caos que muchas veces nos oprime, empezamos a privarnos de conocer un sentimiento puro, y pensamos más por miedo que por deseo, y no por verdadero amor, porque esa actitud conduce a errar y fracasar.

Es por esto que se desarrolla la necesidad de encontrar la armonía en el hogar desde un inicio, y dejar de construir castillos desde el techo.

Aquí juegan un papel fundamental los valores bien inculcados dentro de la familia, y sobre todo el amor entre la pareja, que son el primer ejemplo para los hijos, que necesitan saber que existe cariño entre sus padres, respeto y unidad, para que ellos también consigan, para que lleguen a tener una familia construida a base de un solido amor.

Vivimos en una sociedad desilusionada, porque no nos deja, no nos permite buscar una realidad distinta.

Y a pesar de que hay tantos factores en contra no debemos permitir que mueran nuestras esperanzas, siempre existirá un ser en y con esa persona que llegará para brindarte la felicidad que anhelas; lo importante es prepararse, saber identificar y no temer cuando llegue ese sentimiento a alborotarnos la vida, puede que haya muchas caídas, pero de eso se trata, de seguir adelante y no rendirse.

Tener estas cosas claras en la cabeza ayuda a estar “atentos” en la manera en que nos relacionamos y amamos fortificándonos y templándonos.Pensar en esto y tratar de crecer y madurar en el amor se convierte en algo elemental.

Mientras consultaba en obras de algunos autores para poder sustentar mejor todo lo que digo, hubo una frase que me gustó mucho, dicha por la madre de alguien a quien mencioné antes, la madre de Sigmund Freud, dijo que cada casa es un mundo, y vaya que tuvo razón. Y, ¿qué es un mundo? Es la unión de un montón de cosas, seres que viven juntos, con sus diferencias, sus formas de ser, sus necesidades y sus creencias.


Así sucede en las parejas, con el inicio de un hogar, de una familia, de un mundo, pero la más sublime forma de unión es aquella en la que se respetan el uno al otro, cuando dos seres se unen no se debe esperar cambiar al otro ser, no es una total aceptación, y un constante apoyo para que este crezca, sea libre y siempre pueda contar con uno.
















Conclusión y epílogo

Y bueno, al llegar a este punto, me parece que he dejado salir cosas, que hace mucho tiempo querían salir, y a la vez espero que no se me haya escapado todo.

Atreverse a hablar del amor, no es un asunto o una cuestión de valentía, sino de creer, creer en él y saber que necesita mucha más atención. Muchas veces nos pasamos la vida envueltos en cosas que nos desgastan demasiado, problemas que solo nos consumen, síndromes que nos desvanecen la sonrisa buscando explicación a tantas cosas, dándoles demasiada importancia y dejando escapar tantas otras que si son muy importantes.

Para amar si se necesita, o si se requiere de valentía, necesita de decisión, de fe, de no asustarnos cuando llega, cuando comienza, sino que es necesario alimentar esa emoción, fortificarla, darle fuerza para que crezca y nos dé felicidad, sobre todo saber compartir, todo lo bello que tenemos espiritualmente con el amor, y no guardarnos nada, recordar que “El único instrumento necesario para disfrutar la vida es estar vivo” así que adelante, levántate, vive, ama, has lo que añoras deja el resto para después, sufre, si caes levántate, si alguien resbala a tu lado tiéndele la mano, disfruta de que respiras, quiere y respetas a tu hermano, no importa su credo o su raza, ahí está la esencia del amor, eso es vivir, ser más humano, y no como tanto hipócrita haciéndose llamar racional cuando ha llegado a matar por el interés material.

Todos vivimos queriendo
Quiero esto, quiero este otro
Quiero un auto, una casa
Quiero poder hablarle a la chica de a lado
En fin nos consumimos en sueños
Que no realizamos creyendo que ya habrá tiempo
Hasta que se esfuma en un segundo
La oportunidad de realizar lo que soñaste, en un momento
Y que desvaneció el tiempo
Ese mismo viejo obstinado,
Que ilusamente creíste sería mucho más extenso
Pero para un mortal se asemeja a la trayectoria de una hoja en el viento
Aunque en el universo será eterno.

Y para realizar todos estos sueños, créeme debes dejar que el amor guíe tus pasos.


Las palabras vacías, las palabras vanas nos quitan expresión, nuestro relacionamiento es truncado. Y así ponemos barricadas para encontrarnos con el otro y por consiguiente con nosotros. Hemos perdido pureza, hemos perdido transparencia, y es necesario recuperarla, estamos orientados al bien, o sea que naturalmente lo buscamos. El bien nuestro y el bien del otro. Y esta es la forma del amor.

El amor necesitamos expresarlo, no solo está en las palabras, sino en las acciones, en los gestos, en nuestro cuerpo, en nuestros sentidos. Está en nosotros, vive von nosotros, mora con cada uno de nosotros. Y recuerda que el amor más intenso es el que llega inesperadamente, así que no lo dejes ir.


Solo me queda por decir que espero haber logrado llegar con mis palabras a los que me honren con su lectura, inspirar a alguien para seguir con brío en la búsqueda hacia la belleza pura del amor. Que mi modesto aporte aclare dudas que yo tuve antes, y no sé también, que sirva de guía, en un mundo que necesita más luz entre tantas tinieblas. Porque yo creo firmemente en el amor y su libertad que es la libertad de todos, así como estoy seguro de que es necesaria una reflexión en la sociedad y una verdadera madurez humana, para construir un mundo en el que nuestros niños sean gente feliz y que sepa lo que es un amor puro.

Me llena de alegría poder compartir esto con mis amigos y con gente a la que quizá nunca vea, gracias.




Eso es todo… POR AHORA

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