domingo, 25 de septiembre de 2011

Mañआना कामो siempre

Relato

El restaurante de Hrwoag estaba casi vacío como de costumbre a las 5 de la tarde de no ser por Fredy y Guillermo sus clientes de costumbre. El uno Fredy un estudiante de leyes amante del chau fan y el otro Guillermo un viejo que disfrutaba de la compañía de Hwroang y de las cervezas que le vendia. ¡Eh chino! dame otra cerveza gritaba Guillermo mientras Fredy comía solo en una de las mesas. Ocho pesos repetía Hwroang a Guillermo, ya sé que son ocho pesos chino le subes un peso cada semana, pero ahora no tengo dinero te los pago mañana ¿dale?. No paga ahora o no hay cerveza eran las lacónicas palabras de Hwroang que acompañaban a un gesto negativo con manos y cabeza mietras volvía a guardar la cerveza en la heladera. Dale chino no seás garca haceme la gamba mañana te la pago no quiero tener que ir hasta mi casa por mas guita suplicaba Guillermo. Dejá Guille yo te presto hoy dijo desde atrás Fredy, sos un angel pibe, ves chino este si es un buen amigo declaraba Guillermo. Dale una cerveza mas Hrwoang que la pago yo declaró Fredy. Cuando Hrwoang se acercaba a la nevera para sacar la botella se escucharon los cascabeles colgados en la entrada sobre la puerta de vidrio que se abría para dar paso a dos tipos que ninguno de los tres hombres en el restaurante habían visto jamás, estos hombres el uno enjuto y de mirada espesa y ojerosa que llevaba una boína y el otro alto, robusto, con barba y anteojos, semi/calvo y con una melena canosa. Entraron sin saludar y se sentaron en la barra, el tipo de anteojos se quedo mirando de frente a Guillermo llevando sus anteojos hacia abajo luego agarro la cerveza que Hwroag ya había destapado y le dio un sorbo, ¡eh! qué haces inquiría Guillermo, qué pasa preguntó el otro sujeto que se había quedado de espaldas a Guillermo ¿Te molesta compartir una cerveza? Guillermo trago saliva con dificultad y mirando de reojo a Fredy que permanecía atento murmuro: pero que por lo menos pida. Qué van a comer de un momento a otro se escuchó la voz de Hwroang, yo nada era la respuesta del hombre de barba, no me gusta la comida china y a ti Mendoza preguntaba a su compañero, no tampoco y no vinimos aquí a comer manifestaba el tipo de la boína, y a qué vinieron entonces refutó Fredy que había estado expectante hasta el momento, el tipo de la boina regreso a mirarlo, fijate Grandoli el muñequito sabe hablar, si Mendoza me doy cuenta vení aca pibe, Fredy dudo por un momento pero al rato se levanto y se acerco a la barra donde estaba reunido el corro cuando estaba ya próximo a llegar con ellos Mendoza lo freno en seco, ¡ey! hasta ahí pibe, ¿Cuál es tu nombre? Fredy contesto, qué es lo que quieren, vaya pues resulta que tenemos a un investigador aquí Grandoli, el tipo de barba se levanto después de darle otro trago a la cerveza de Guillermo y apuntando a Hrwoag le pregunto donde quedaba la cocina, por inercia Hrwoang señaló con la mirada hacia el fondo, Muy bien chinito tú y el amigo síganme a la cocina increpo Grandoli mientras agarraba del hombro a Guillermo. Hrwoang de pronto empezó a gritarles a los hombres en su idioma natal, ¡ey! esperen que les van a hacer dijo Fredy que hacia el ademan de acercarse, de inmediato Mendoza saco de su campera un revólver, quietito pibe que no les va a pasar nada advirtió Mendoza, entonces Hrwoang y Guillermo obedecieron y se fueron con Grandoli hasta la cocina, Qué es todo esto, qué es lo que quieren, Vaya que sos un pibe curioso vos contesto Mendoza. Mirá si se portan bien la cosa va a ocurrir tranquila así que ya no hagas preguntas y escuchá, si alguien llega les vas a decir que el cocinero no está y si insisten pues te metes a la cocina a preparar algo, pero yo no sé cocinar, bueno será mejor que aprendas. Pero por qué, qué buscan. Che Grandoli el pibe quiere saber a que vinimos dijo Mendoza a Grandoli que permanecía en la cocina, y contale respondió este desde allí. Conocés a Melo García un músico que viene a comer todos los días a las 6y 30 le dijo Mendoza a Fredy, qué a Melo, si lo conozco, viene de vez en cuando, dijo Fredy, todos los días repitió Mendoza mientras guardaba su arma, ok y qué quieren con el pregunto Fredy, vinimos a matarlo contesto crudo Mendoza. Qué pero por qué, que les hizo él a ustedes, a nosotros nada pibe solo es un trabajo que nos encomendaron viste y ya deja de hacer más preguntas, dicho esto se escucharon desde atrás los cascabeles que se movían ambos regresaron a ver, era Julio el repartidor de gaseosas, eh Fredy que haces esta Hwroang pregunto Julio, No, no salió regresa en una hora contestó Fredy, ¡uh! necesito que me pase unas botellas dijo Julio, y regresate mas tarde contesto Fredy, No dejá voy a pasar a buscarlas yo dijo Julio, no guardá, contesto de prisa Fredy dejá que las busco yo, me acorde que Hwroang me lo había pedido, Julio se freno en seco dubitativo mientras miraba a Fredy y a Mendoza fijamente, ok dijo Julio al fin, dale te espero, Fredy fue hasta la cocina por las botellas ahí adentro estaba sentado Grandoli con una pistola en la mano y fumando un cigarro, detrás de él atados espalda con espalda y con senda venda en la boca estaban Hwroang y Guillermo, Fredy se apuro en buscar las botellas, en el salón Julio se sentó a la barra que calor hace allá afuera le comento a Mendoza que permaneció impávido jugueteando con un vaso que tenia junto a él, Julio miraba hacia la cocina mientras se escuchaba el ajetreo de Fredy moviendo las botellas, ¿Sos amigo de Fredy? no te había visto por acá le preguntó Julio a Mendoza, este no pronuncio palabra mientras seguía con el vaso que giraba, de pronto lo paro con un golpe seco sobre la barra, en esto salió Fredy con las cajas de botellas, Julio se acerco a ayudarle, che está todo bien por acá le pregunto a Fredy, este miro a Mendoza que tampoco lo perdía de vista, si todo bien estaba acá con mi amigo, Hwroang me pidió que me quede un rato cuidando. Bueno dijo finalmente Julio me voy saliendo porque tengo que recoger más mercadería.

Muy bien pibe lo hiciste como un profesional dijo Mendoza cuando Julio ya se había ido, pensé que tendría que darle un tiro al repartidor, No dejate de joder no tienes porque dispararle a nadie acuso Fredy, Mendoza sonrio, no pibe solo a Melo, mirá la hora que es, más de las 6 y 30 ese ya no viene hoy dijo Fredy, Mendoza se fijo en el reloj de pared y luego en el de su muñeca, Vamos a darle 10 minutos más no Grandoli dijo Mendoza, si ya debe estar por llegar dijo Grandoli desde la cocina, en algún momento tendrá que comer. Pasaron las 7 de la noche y Melo nunca apareció habían llegado un par de clientes pero Fredy se las ingenio para echarlos, Grandoli finalmente salió de la cocina con el arma en la mano, che este ya no se va a aparecer dijo, Si tenés razón será mejor irnos de acá contesto Mendoza, Bueno pibe nos vamos tuviste suerte hoy y te portaste bien, no crees que deberíamos encargarnos de estos, ya nos vieron las caras dijo Grandoli, no déjalos estos no van a hablar y al chino no le va a entender nadie aparte rio Mendoza, verdad que está todo bien dijo a Fredy mientras le apuntaba con la pistola, este musito un si mientras levantaba las manos, Mendoza y Grandoli sonrieron y finalmente desaparecieron del recinto, Fredy acudió a desatar a los hombres que permanecían en la cocina, Qué fue todo esto dijo Guillermo, venían a buscar a Melo dijo Fredy, al músico dijo Guillermo, si a él venían a matarlo, dejate de joder y por qué dijo Guillermo, no tengo idea respondió Fredy, tampoco quiero saberlo. Debería ir a avisarle vive en el mismo hotel que yo dijo Guillermo, No sé yo no me metería dijo Fredy. Hwroang fue a la cocina mientras reclamaba ¿qué se robaron?, lo repetía una y otra vez, ¿qué se llevaron?, tranquilo Hwroang que no se llevaron nada todo está en su sitio no vinieron para eso lo calmo Fredy. Guillermo se percato de la cerveza que estaba por la mitad ¡esos hijos de puta se tomaron mi cerveza!, Chino dame otra birra le pedía a Hwroang, ocho pesos dijo este, pero que hijo de… tranquilo yo pago esta, Fredy interrumpía el improperio de Guillermo mientras con su mano le palmeaba la espalda, gracias pibe sos un angel dijo Guillermo. Los cascabeles sobre la puerta sonaban de nuevo una pareja entraba al resinto, los tres hombres volvieron a ver nerviosos, ¿pueden ser dos promos? Dijo uno de los chicos que habían ingresado, che Hwroang tenés clientes, si esperen un momento dijo Hwroang dirigiéndose a la cocina, Ahora los atiende le dijo Fredy a la pareja, bueno se me hace tarde para ir a clases chao Guille nos vemos mañana si respondió Guillermo, mañana como siempre.

icastico

clarooscuro

Clarooscuro

Encontrar en el rincón del clarooscuro la marioneta vieja y oxidada queriendo mover inútilmente sus piernas para salir, ahí entonces depositar el resultado de tantos días inconexos, de tantos segundos que duraron lo que duran los muertos. Una fría eternidad, una desolada perennidad que envejece lentamente y se convierte en gusanos, aullamos y nuestros dedos dejan ver el hueso y ahí puedes dibujar la raíz de tus deseos que forman un árbol con diminutos pasajeros que susurran un confuso credo y mientras el corro sigue su conjuro, la marioneta se levanta como si las palabras le insuflaran un pedazo de vida que se cuela entre sus clavijas, y frente a este esqueleto de movimientos torpes el árbol se va marchitando hasta hacerse leños triturados por el tiempo y que se incendian con la fuerza de una lágrima rota que brota por algún recoveco de esa piel que se posa en la coraza del ser que ya no es solo una marioneta sino una nueva presencia que te mira despidiéndose de tu reflejo que como el del vampiro va desapareciendo hasta quedarte perdido en ese espacio comprimido y ves a la marioneta moverse perfectamente, la ves como por una ventana y en ese marco ilusorio agarra tu ropa, uno a uno abrocha los botones de tu camisa favorita, tiene el mismo color de tus ojos y amarra los cordones de sus zapatos igual como aprendiste tu a hacerlo de niño, luego hace una señal en su frente y se retira mientras miras como tu piel se derrite y tú carne se hace papel y los huesos tras ese papel llenan la estancia de un polvo que en el clarooscuro va formando una figura quieta, impavida... casi eterea

सोब्रे el presente

Sobre el presente

Si fuera con un destino roto, este destino que se muda en el lodo. La ropa por el papel, la mugre por la piel, las prendas del ayer que carecen de fe se queman en el olvido como piragones de un infierno infundido con la luz de los deseos que rotos yacen en la cima de unos ojos que se abren ante el cielo, en ese cielo de largas praderas las sonrisas desaparecen entre las nubes pasajeras llenas de dolinas donde las rimas lúgubres de los ángeles dormidos se tiñe de cantos incandescentes de cuerpos que simulan vida. Con figuras que brillan que se bañan con la sangre de las ramas mordidas por los años que consumen a guarapazos toda la esencia, todo el jugo desde esas costillas de mujeres que en su lecho hacen con la noche un amasijo de lagrimas, gozo, sudor y delirio, ya para qué las palabras, se coloca el colirio es los sueños prohibidos de los que lamen en sus rejas el dulce que exuda de los gemidos , entre los muslos de las ninfas, con las venas inundadas infinitos instantes de nepente que inducen pequeñas muertes para que al despertar silente el presente te equilibre en las rodillas de la nada mientras el amor te acaricia la frente y tu libertad vuela hacia otro vientre…