entre la noche y la soledad. con quien fui y no se cansa de jugar

Entre la noche y la soledad

Puñados de ojos que miran entre sollozos
La gente escucha el ruido intransigente
De los mundanos que murmuran entre gritos
Del tirano, que te rasga la frente mientras te aprieta el gollete

Chiquillo, cansado de que le mientan al crecer
Que entre grillos no puede correr
Que quiere mirar, y entre espinas no sabe en que creer
Sin realidad, sin fantasía, con una confundida fe

Tu que escuchas canciones rubicundas merced de la noche
Lágrimas que claman, una gota de derroche
Que brote de la bruma que no para de sangrar
Para guardar las partículas en un oscuro estuche

Mientras en la jaula, encadenada la libertad
Sus alaridos no hay quien escuche
Llora y llora en la cueva de la realidad
Mientras las alas del mañana se cansan de volar

Pobre niño atormentado
Al regazo de la madre aferrado
Digerido entre los granos del buche
Como abeja en la colmena
Muriendo con su alegría intoxicada por la pena

Reina del día que no llega
Celestina de la clandestinidad y de la arena
Amante del tiempo, que me acaricias ajena
Tú soledad con el viento llévate mi pena