miércoles, 11 de marzo de 2009

desmodus la bestia de la noche









Desmodus

La bestia desde la noche emerge
La oscuridad es su sentencia
Una celda que para nada lo entristece
Es el escenario perfecto para su presencia
Victimas y sangre le apetecen

Los corazones laten con mucha fuerza
Ese sonido es melodía para la bestia
Ellos bailan no tienen idea
Que en esta noche ya son su presa

La cacería es un acto hipnótico
Cuidando cada detalle en su diligencia
El es la muerte, con arte casi despótico
Las victimas sufrirán y gozaran en su querella

La bestia se disfraza como otro semejante a ellos
Pero cada uno en su interior ya siente su presencia
En un rincón los observa, hurga entre sus deseos
A cada uno lo saborea esa sangre es su querencia




Se desliza entre la bruma espesa
Los regocija con caricias a la vez los atormenta
Tiemblan al contacto con su boca que a todos besa
Lo sienten pero no lo ven es una sombra que los rodea

Al contacto con la suya se les eriza la piel
Aumenta el calor y la luz es más escasa
No pueden resistirse a este deseo cual miel
El se regocija deja que el veneno mental se expanda

Ahora los controla cual marionetas
Pero a la vez son libres cada ser experimenta
Los redime de tanto tiempo entre rejas
Con nuevas sensaciones los alimenta

La bestia empieza su sutil y frenética cena
Los interna en lo profundo de un orgasmo infinito
Las victimas aman y odian en orgía sangrienta, feroz escena
Cometen actos que sentenciaría cualquier mortal veredicto

Pero ellos se unen en un delicioso y eterno alarido
Unen sus cuerpos en adorable masacre
Deseosos de más placer maldito, con voraz apetito
Están sedientos quieren más y más sangre




La bestia disfruta en su grandiosa Obra
Goza en las tinieblas del antro acre
Baila entre las sombras dóciles, mientras se acerca la hora
Arden las pasiones en el abismo fosco cual enjambre

Reina el dolor, dulce, acerbo y concupiscible
El frenesí estalla en la bestia, el salvajismo en sus garras mora
Pero ellos se acercan más, ansían la caricia fatal y apacible
El siente cada poro como suyo, escucha en el silencio la voz que implora

El aroma de ella a gritos llega irresistible
En medio del clamor su sangre es la más gustosa
Muerde una y otra vez, inexorable en su frágil gollete
Exquisito manjar de la dama beldad, criatura tan sabrosa

Todos son parte de él, cada piel es su piel
No pierde ni una porción del banquete
No deja ni una gota y todos se entregan en alabanza fiel
En sus existencias se abre entre la eternidad y la muerte un boquete

Ella la ungida esta al final de la brecha
Entre el paraíso y el infierno, el con cada beso le arranca la piel
La bestia une las sombras y se alimenta, en las garras sus figuras estrecha
Exprime hasta la mínima pizca, saciando otra vez su perenne sed

Al final los cuerpos yacen sin esencia, cual cascaras
Frutos vacíos, que gozan el exilio hacia otra frontera
Se alejan de la tierra entre la sangre, viajan a la niebla espesa
Tiene el último bocado la bestia, admira esa belleza ligera


Clava sus colmillos, una postrema vez, en beso sangriento
Cesan las vidas en doloroso tropel
Se extingue su ninfa en un último suspiro, le entrega el aliento
Se regocija la bestia en el éxtasis, bebe la última gota, todos la beben
Néctar de vida oasis de muerte, deleite maldito, su encanto sangriento

Llega el momento, la bestia de nuevo se aleja
Esta saciado, con los manjares que ha degustado
Su eternidad es su grillete, cuan hermosa reja
Dormirá hasta sentir sed otra vez, y la noche ansiosa lo estará esperando…

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