miércoles, 24 de febrero de 2010

en la salida



En la salida

No quiero azuzar el desgaste de otra discusión
U otro desvarió opaco de los ademanes de tus manos
Hare un gesto ultimador que se cuele en mi mención
Y me iré…

Por la misma puerta que antes tú cerraste
Pensando ilusamente que jamás ibas a liberarme
Cada bofetada, cada artimaña, cada mañana espeluznante
Cada día que tus ojos me veían en el espejo

Cada noche que mis ojos se cerraban y aparecías en el techo,
Sonriendo, mofándote del ser regado en el suelo
Hoy se van esos instantes entre las grietas de tus dientes
Se deslizan entre nuestros dedos negras serpientes

Se llaman recuerdos, pasajeros del infierno
Lacayos rapaces del enmarañado tiempo
Ese viejo insensato que nos arroja al fuego
Y luego recoge el polvo acre de los huesos

El antes se queda donde debe quedarse
Allá en el ayer donde tú lo dejaste
Donde colgaste mi piel para que se desgaste
Y en la jaula los gusanos se hundían en mi cuerpo cual enjambre

Se rompen hoy las paredes del ataúd
Los clavos oxidados de la rutina
Se disparan hacia tu mandíbula
Hacia tu infundibuliforme retina
Por donde se vertieron las aciagas
Imágenes de esta siniestra fábula

Hoy muero y hoy del cadáver renazco
Hoy mueres y de tus entrañas me escapo
Como la pulpa que se destruye para liberar las alas
Larva que te arrastrabas ya no me oprimen tus garras


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