jueves, 5 de noviembre de 2009

el eterno... tercer encuentro


El eterno, tercer encuentro

Sus ojos perdidos entre la desesperación, unas alas rotas y su corazón sepultado dentro de un cajón.

Lo primero es conseguir que la mugre se aparte de esas paredes resquebrajadas. Tendremos que conseguir mayor luz arrancando esa pintura negra endurecida en los ventanales. Pero estaremos bien, jamás conseguirá encontrarnos aquí, y aunque lo hiciera, yo jamás dejare que nada malo te ocurra. Las palabras firmes a la vez que delicadas entraban en el niño y lo reconfortaban. Luego se quedo mirando la mariposa azul dentro del cubo de cristal, la miraba con intensidad esperando encantado algún día poder verla volar.

El joven sabia que el los estaría buscando, pero no tenia miedo, miraba a través de los espacios que iban quedando cuando quitaba un pedazo de pintura encajada, sin embargo no había luz afuera, la noche era espesa y se sentía la ausencia de la luna.

Sus ojos perdidos en la desesperación. Los dejo ir y cada segundo sin ellos le gastaban los escasos residuos de energía vital que le quedaban. Debía encontrarlos pues sabia que entre mas se alejasen, mas fuertes se harían y seria imposible vencerlos. Sus alas aun estaban cansadas, lo único que podía devolverle el aliento era esa sangre aquella sangre que yacía escondida y expectante lejos de el, lejos de su viejo corazón
enmohecido.


O S C U R I D A D

vuela sobre la guarida
sus garras se afilan
se aceca y para ellos no hay salida
se acerca a esa puerta enorme
y despues de esa barrera ya no habra nada que le estorve...

O S C U R I D A D


No comprendes, es al niño a quien deberías devorar
Porque el será tu, así como tu serás yo
Protegerlo es un absurdo. Si quieres destruirte destrúyelo a el
Y aun así esto no se detendrá, estamos sentenciados
Hemos perdido nuestra facultad para morir
Y eso es lo mas trágico que le puede ocurrir a un ser
He tenido que ver tantos días el amanecer
He tenido que morir y volver a nacer
Y ya no quiero volver a abrir mis ojos
Quiero quedarme en la oscuridad. Pero lo ves…
Somos una cadena de sucesos. Un infinito circulo de errores
Muere una vez más, joven, con tus virtudes y tus temores.

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